martes, febrero 06, 2007

So 80's

Para cortar un poco el trend de mi ultimo posteo. Mi gran amigo Marcos Valdivia me envió un link de YouTube que tengo que publicarlo. Es que es demasiado entrañable para los que vivimos en esa época.

Un recital de música de juegos de video clásicos, en versión orquestada. Absolutamente genial.



Ya córtenla!

No iba a hacer ningún comentario mas aparte que el que escribí hace meses acerca del Transantiago. Pero como este es mi espacio y aquí no tengo nadie que me diga si es políticamente correcto o no, aquí va:

Esta capital de Chile hasta el momento, lleno de dimes y diretes, doble estándares, cordillera y mar, chincoles y jotes, este centro neurálgico en donde todo sucede y lo que no sucede, se fabrica, o en buen chileno “se chamulla”. Esta capital donde hace más de medio siglo existe un sistema de locomoción en donde los jugadores clave, el gobierno y los empresarios dueños de flotas de microbuses han, en mayor o menor medida, conservado un balance de poder en una teleserie que esta en sus últimos capítulos. La teleserie, mas larga que la esperanza del pobre, esta basada en micros en estado deplorable, y digo deplorable al decir que poseen partes sueltas, tan importantes como las manillas que evitan que te caigas en un pasillo o en una bajada y eso te puede costar hasta la vida. Eso es un cuento aparte en realidad porque caerte de una escalera de medio metro no seria nada siempre y cuando de no ser por que el microbús (el que conocemos en Chile como “La Micro”) siempre abre las puertas cuando el vehículo está en movimiento, aunque por ley esta penado. Otras partes sueltas son planchas del suelo, techo, horriblemente decoradas con unas cortinas que solo se lavaron cuando recién las instalaron, junto con flecos, luces varias, autoadhesivos, muñecos, flores de plástico, adornos navideños, bueno para que seguir, ¿no?

Esta teleserie de larga data no seria solo eso, como en un montón de otros países de nuestra America Latina donde el estado de las micros son un poco mejores o peores. El problema es que estos buses causan un promedio de una muerte cada tres días, y un centenar de lesiones de todo tipo al verse involucradas en choques, y en cuanto atochamiento uno pueda imaginarse dada el precario estado mecánico de las mismas. No solo eso. Las micros en sí son vistas por peatones y conductores de otros vehículos como un peligro. Yo personalmente, viniendo de una familia de clase media, salvo por contada excepciones porque mi padrino de repente me llevaba en su camión de reparto por el largo trecho de 10 kilómetros entre Maipú y el centro de Santiago, salvo esta gran ayuda, siempre he viajado en transporte público. Y a mi en veinticuatro años de vivir en Santiago, como a la mayoría de los santiaguinos, me ha pasado de todo: me han botado de una micro andando, me han apretado manos, brazos y piernas con sus puertas asquerosas, me he caído estrepitosamente porque un pasamanos estaba suelto, me he ensuciado con aguas asquerosas mezcladas con cuanta porquería hay en el suelo (vómito, cerveza, pisco, orina, etc., etc.), he sido insultado no solo siendo estudiante pagando la tarifa de rigor, sino también he sido agredido verbalmente por estos energúmenos al volante que ni siquiera hacen su trabajo como corresponde.

No me miren feo, tuve compañeros de curso que sus padres eran choferes de micro, pero ellos mismos decían que sus padres, por sus condiciones laborales (tener que fiscalizar el cobro de las micros, largas horas de trabajo, micros en mal estado, etc.) terminaban transformándose en individuos estresados al borde de la neurosis y en muchos casos que conocí hasta medios sicóticos. No puedo generalizar, aun quedan choferes cuyos modales se mantienen intactos, pero todos sabemos que la mayoría debería hacerse periódicamente un examen psicológico.

Todo esto, adornado con la manipulación de esta gente por parte de los empresarios dueños de estas flotas, los que explotan tanto a su gente como a sus maquinas hasta la saciedad, también ejercen fuerza, mandándolos a parar cuando se trata de regularizar este deficiente sistema.

Hace años cuando las micros cambiaron a las ahora clásicas amarillas, paros se vinieron, se alteraron todas las directrices de pintura, señalética y servicio, creando un híbrido de lo que teníamos antes con las micros multicolores (en donde cada uno pintaba las micros del color de cada empresario, lo que era un desastre.

¿Cual es la situación actual? Hace un par de años atrás, se diseño este monstruo al cual todos temen, el Transantiago. Todos vimos que las micros eran bonitas, limpias, luminosas, otros se dieron cuenta que queran excesivamente grandes, no cabian en nuestras calles, pero ahora vemos que la cosa va mas allá.

Se ha hablado de todo sobre el menos lo importante. Cambio. Todos tememos al cambio, en mayor o menor medida. Pero esto ha sido transformado por los medios y los grupos adversarios a este plan como algo similar al Apocalipsis total y absoluto. Toda la gente quedará botada este próximo Lunes 12 al ir a trabajar. Y a causa de este cambio radical de recorridos y sistema de uso y manejo puede que ocurran desbarajustes, pero ¿a quien de nosotros no le ha tocado cambiar en algo?

Que micro tomar: Cuando te cambias de casa o te cambias de trabajo (o tu trabajo se traslada) no tienes que averiguar que micro tomar y los primeros días, debido a que este o estos recorridos son nuevos y no conoces su tiempo de carrera ¿no tienes que levantarte mas temprano? Se puso hasta un teléfono 800 (de llamadas gratis), existe Internet donde uno pone el lugar de origen y destino del viaje y le dice que micros tomar, donde bajarse y donde tomar la siguiente si existe trasbordo en el recorrido. La prensa también ha demostrado como se opera en el nuevo sistema.

Cuantas micros tomar: Se ha dicho hasta el cansancio que gracias al sistema de trasbordos uno cambia de micro a micro o al metro y no paga adicionales, que mejor que eso, aunque el pasaje vaya a subir en 20 o 30 pesos de aquí a un año mas… A ver… Matemáticas básicas: Ahora pago 760 de ida para ir a ver a mi amigo Víctor a la Imprenta, son dos micros… Pero desde la próxima semana pagare solo un pasaje, o sea 380 pesos. Que malo ¿No? Pagare menos. Que lata. Que malo para mi bolsillo. Igual tendré que tomar las mismas dos micros pero pagando un solo pasaje. Hmmmm. ¿Qué haré? Hellooooooo.

Como pagar: El Metro de Santiago hace años desarrolló el carné de boletos, o sea un montón de tickets que tú comprabas por anticipado, que después dio paso a lo que conocemos como Multivía. Cuando era usuario a diario del Metro todos los viernes en la tarde aprovechaba de cargar mi tarjeta con el dinero necesario para la próxima semana más unos pesos extras por si acaso. Y te tienes que dar la misma lata en la cola por un solo boleto o por 10 o 20. ¿Adivina que? El mismo sistema lo tendrán las micros. ¿Te acuerdas cuando tenías que juntar las monedas para poder pagar la micro y tenias los bolsillos o la chauchera llena de pesadas monedas que te hacían pedazos la ropa? Te acuerdas cuantas veces un chofer de micro te subió y bajó a chuchadas porque le pagaste con un billete de cinco mil o incluso con dos mil? ¿O cuando te decían “de ahí le doy el vuelto” y nunca sucedió? Hmmmm. Verdad que es mejor andar con monedas… Que rico sentir como me pesan 1500 pesos en monedas de distinto valor en los bolsillos. Que rico tener que pasar a cualquier quiosco a comprar cualquier tontera para sencillar. Y lo mejor de todo, andar con plata en la calle, abriendo la billetera. Si, que buena onda.

Como cargar la tarjeta: Mismo caso de la Multivía. Lee mis labios: Estaciones de Metro. Centros de atención. Quioscos. Librerías. A través de Internet si conseguiste que tu banco te diera una tarjeta hibrida Redbanc-Bip!. Lo más probable es que después les cruja y los cajeros automáticos u otro similar permita a la gente hacerlo en otros sitios. Hoy vi en las noticias a un tipo (oh milagro, solo entrevistan a gente descontenta con el nuevo servicio) que solo decía “El centro de recarga me queda a 20 cuadras de distancia de la casa”. Caballero, y cuando usted va algún servicio ¿todo tiene que estar al lado de su casa? El sistema recién se inicia. Planifíquese. Cuando uno paga las cuentas y no tiene la posibilidad de pagarlas vía Internet o por PAC uno se planifica, y las paga donde corresponde. Ya vendrá el tiempo en que donde uno compra cigarros también podrá recargar la BIP!. Por el momento todos tendremos que ir a una estación del Metro cerca de casa o del trabajo y recargar la tarjeta. Y la red del Metro ya es lo suficientemente grande para encontrar una estación en algún lado en tu trayecto.

¿Que pasa si la micro se queda en pana? Como siempre se ha hecho, se espera a otra micro del recorrido. Un tipo en Las Ultimas Noticias hoy se quejaba en la sección Cartas al Director. “Tendré que subirme a una micro mas llena de la que venía?”. O sea, a ver… ¿No ha sido siempre asi? Y es una de las pocas cosas lógicas que ya existen en el sistema, caballero. ¿O quiere que lo venga a buscar un radio taxi? Lo peor del caso es cuando las micros de antaño te dejaban botado en quizá que lugar de Santiago y nadie se hacía cargo. Ahora te están diciendo que los recorridos tienen la suficiente periodicidad que te permitirá tener un relevo, y en el mejor de los casos, cuantas veces te ha pasado que la micro que venía atrás no estaba en mejores condiciones, e incluso mas vacía? Somos muy cómodos.

Hay tanto por criticar y tanto por discutir. Como nación nos encanta quejarnos, que todo se nos sirva en bandeja, que todo sea “ahora ya”. Pero nosotros no queremos poner nada de nuestra parte.

Señora, Caballero... los paraderos están marcados, están definidos, el paradero está en esta esquina y no 15 metros mas allá, donde está su casa. Camine, le hace bien para la salud. No le diga al chofer “¿me deja al otro lado del semáforo?”, porque al otro lado del semáforo la micro lo único que hará es un tremendo taco porque a usted le da flojera. Hasta muchachas jóvenes que para bailar Reggaeton no tiene problema pero el traste les pesa ene cuando se suben o se bajan donde quieren. Nosotros mismos sabemos que si la micro recorre 10 paraderos en 10 minutos, y existe gente que para entre paraderos, el viaje se hace mas largo y tedioso, y empiezan los golpes de la gente que dice “Ya weon, chicotea los caracoles!” y el chofer se altera, y se va corriendo, y se transforma en un peligro para el resto de los automovilistas y peatones, y además frena brusco, y bota a medio mundo, y la gente se altera aún mas, y asi...

Un círculo vicioso.

Respetémonos como país. Aspiremos por algo mejor. Mucha gente dice, yo entre ellos “El Metro es caro, pero vale la pena y me gusta cuidarlo, no botar basura al suelo, no rayarlo, se ve ordenado y seguro”. Gracias a Dios he tenido la suerte de viajar a un par de países, y créanme. Otros Metros del mundo no se igualan al nuestro. Pero ellos cuidan otras cosas, y se ordenan. Las micros si pueden ser ordenadas, pasar a la hora, y los viajes en ellas no convertirse en un suplicio. El respeto que uno tiene por uno mismo y por su país parte por dar un poquito de sí y cooperar. Nosotros si tenemos la capacidad de tener un transporte limpio y funcional, de ahí el ejemplo del Metro. ¿O le va a echar la culpa al Gobierno, sea de derecha o izquierda quien este de turno, porque hay patanes que no se saben comportar arriba de una micro? Está en nosotros.

Quizá el Transantiago demore en consolidarse y nosotros, yo incluido, nos costará acostumbrarnos, pero todo parte con tener voluntad y querer algo mejor, y no vivir viendo los aspectos negativos y chillar, sino ayudar en que se mejore.

Al fin y al cabo es el costo de vivir en una ciudad de 5 millones de habitantes, y todos queremos ser algún día un país desarrollado ¿No?